Un blog donde solo expreso mi pensar. Un espacio para conocer como siente un ajeno perdido en medio de una inmensa multitud

domingo, 29 de enero de 2017

Boicot: Buenas intensiones, mala ejecución

A raíz de las acciones tomadas por Donald Trump en su llegada a la presidencia de los Estados Unidos, en México hemos visto movimientos bajo el título de un boicot en contra de nuestro vecino del norte. sin embargo, considero que si nos dejamos llevar por todo lo que se dice en este sentido, como mexicanos nos estaremos dando un tiro en el pie.

¿Por que digo esto? Muchas empresas extranjeras (no solo de EEUU, sino de todo el mundo) han llegado a producir a México por diversos motivos, resultando esto en la generación de miles de empleos tanto directos como indirectos.

Un ejemplo sencillo con el que estoy mas o menos familiarizado es con la industria automotriz: En Guanajuato se tienen armadoras de varias empresas: GM, Mazda, Honda, Toyota, y en otra medida, VW y Ford (que no producen autos completos, sino partes solamente). Todas ellas requieren de insumos para poder trabajar, muchos de ellos se producen en la misma región, lo que reduce costos por temas de logística, traslados, etc. Algunos de estos proveedores son fabricantes de asientos, volantes, llantas, entre otros, que son producidos por empresas algunas mexicanas, otras extranjeras, pero todas ellas con el grueso de la mano de obra mexicana.

¿Y quien es el proveedor de estos fabricantes de autopartes? Otros fabricantes mexicanos. Para muestra un botón: En León una de las industrias más fuertes es en el sector Cuero-Calzado. Se produce cuero, que se vende a los fabricantes de asientos, volantes, y otros accesorios para los autos, quienes venden una parte de su producción a las armadoras de vehículos.

El boicot como muchos lo plantean, es solo dejar de comprar productos estadounidenses. Yo pregunto: Una camioneta Chevrolet Cheyenne, producida en Silao, Guanajuato, con autopartes producidas en el resto del estado de Guanajuato y vecinos, con mano de obra mexicana, ¿Es un producto mexicano o gringo? Si bien, la marca es originaria de nuestro vecino del norte, la producción es mayormente mexicana, y da sustento a cientos (o miles) de familias mexicanas, que si el boicot es fructífero como lo plantean, tendrán que verse obligados a buscar el sustento por otros medios.

Este es solo un ejemplo, pero hay muchas otras líneas de productos y servicios que tienen esquemas similares.

¿Entonces? ¿Que hacemos?


Una primera acción que se me ocurre es cambiar la terminología del llamado al boicot: Ajustemos eso de productos extranjeros (que ya veíamos que de extranjeros tienen solo la marca) por productos importados de EEUU. ¿La mejor solución? Seguramente no, pero tiene un poco más de sentido. De esta manera, se afectaría directamente a los productores de allá. ¿Contras? Se verán afectados también los importadores y distribuidores mexicanos de esos productos, con lo que no nos vamos limpios.

Entre las cosas que se mencionan en las diversas convocatorias que circulan, se habla de consumir productos mexicanos, y aquí viene algo que es posible y con mayores beneficios a mediano y largo plazo:

Que los productos mexicanos sean mejores que los productos importados. Se dice fácil, pero requiere de un gran esfuerzo. En la convocatoria se habla de comprar productos mexicanos por el simple hecho de ser mexicanos, pero el lugar donde se produce un producto no es un valor agregado para tal. Hay que ver que valor agregado tiene un producto mexicano respecto a su competencia importada: ¿Te da mas beneficios? ¿Es más fácil de usar? ¿Es más fácil de conseguir? ¿Es más fácil de reparar? ¿Dura más?  Si en ninguna de estas preguntas respondiste que si, entonces ¿Cómo esperas que un mexicano prefiera tu producto sobre el importado?

¿Viste que no mencioné el precio en las preguntas anteriores? ¿Te imaginas porqué? Porque un producto con el suficiente valor agregado para el público al que está enfocado, tiene más argumentos para venderse más allá de su precio de venta. ¿Que prefieres? Producto A que se ve como fragil, que no creo que dure más alla de unos 10 usos pero cuesta $15 pesos, o Producto B, que se ve robusto y no se romperá tan fácil, trae manual de instrucciones, y por si fuera poco ofrece un chat en su pagina de internet 24/7 para atender tus dudas, pero cuesta $25 pesos.

La solución está en nuestras manos, pero mexicano: ¡Ayúdame a ayudarte!